O início do fim do cheirador de cocaína.

06 abril 2010


O texto é longo. Está em espanhol, mas é perfeitamente comprrendido.
São várias análises sobre a tremenda derrota do cheirador de cocaína, amiguinho da quadrilha.
Pelo visto, a América Latina resolveu deixar de ser Latrina dos terroristas.
Vamos lá
Fonte La Prensa - Bolívia.


El Movimiento Al Socialismo (MAS), a los cuatro meses de su contundente triunfo en las elecciones generales de diciembre de 2009, cuando logró un respaldo del 64 por ciento para el presidente Evo Morales, quedó debilitado en las elecciones del domingo reciente y perdió el control de regiones consideradas como sus bastiones políticos: La Paz, Oruro y los municipios rurales de Achacachi y Llallagua.
El MAS, de acuerdo con el conteo rápido de los resultados de las elecciones municipales y departamentales realizado por Captura Consulting, logró en promedio un respaldo nacional del 50 por ciento, frente al 64 por ciento que consiguió en los pasados comicios generales.
En diciembre, La Paz dio un apoyo del 84 por ciento al oficialismo, porcentaje que el domingo experimentó una considerable caída al 47 por ciento, con su candidato a Gobernador César Cocarico. De acuerdo con los datos preliminares, el oficialismo controla cinco gobernaciones (La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Oruro y Potosí) y tres alcaldías urbanas (El Alto, Cobija y Cochabamba). Aún está en disputa el gobierno departamental de Pando.
La situación no es diferente en los municipios de La Paz y El Alto. El MAS no logró la Alcaldía paceña en virtud del 35 por ciento obtenido por la candidata Elizabeth Salguero, frente al 48 por ciento a favor de Luis Revilla, representante del MSM, su ex aliado que le dio un revés político. En los comicios de 2009, esta ciudad apoyó al presidente Morales con un 63 por ciento.
En El Alto, de un 87 por ciento que había logrado el Presidente en diciembre pasado, bajó al 39 por ciento que consiguió Patana, quien ganó la Alcaldía alteña, pero con poco porcentaje frente al 30 por ciento de la votación para Soledad Chapetón, de Unidad Nacional.
Oruro, el otro bastión del MAS también dio la sorpresa, si bien ganó el oficialismo en la Gobernación, perdió en la ciudad, donde, de un 71 por ciento de respaldo que obtuvo en los comicios generales del año pasado, apenas se hizo con 34 por ciento el domingo, perdiendo así el control de la Alcaldía orureña, que se la aseguró el MSM con 39 por ciento.
Este debilitamiento se extendió al área rural, donde el MAS gozaba de un amplio respaldo en localidades como Achacachi, en el departamento de La Paz, donde el MSM logró la silla edil, o Patacamaya, donde el voto en blanco ocupa el segundo lugar, pues ese municipio es bastión del candidato destituido por el MAS Félix Patzi. El oficialismo, según reporte de Radio Erbol, también perdió en los municipios de Uncía y Llallagua, en el norte de Potosí, región considerada como otro de los enclaves políticos de Evo Morales.
El oficialismo no sólo perdió en estas regiones, además no pudo consolidar su presencia en las zonas opositoras al Gobierno, a saber: Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, si bien en estos dos últimos departamentos su votación mejoró en relación con los comicios generales de 2009.
Los candidatos elegidos por el Presidente no alcanzaron el triunfo que el Mandatario esperaba a pesar de que él mismo se convirtió en jefe de campaña y brindó su apoyo en actividades proselitistas, lo cual fue cuestionado por la oposición.
El Presidente reconoció ayer que las sucesivas campañas electorales que vivió el país le quitaron tiempo. “Felizmente yo me deshice de las campañas y campañas, no tengo campañas, esperamos que no se presenten otras campañas como el revocatorio, por ejemplo, para no perder tiempo, porque nos quita tiempo”.
Para la analista política Ximena Costas y el comunicador Andrés Gómez, este debilitamiento responde a varios factores, entre ellos una errada elección de candidatos a alcaldes y gobernadores, la soberbia que marcó la gestión de Evo Morales o el enfrentamiento que impulsaron los candidatos oficialistas contra sus adversarios.
Estos resultados, según Gómez, son la respuesta de la población, “que es un electorado inteligente, sobre todo en La Paz, que si en un momento le dio su confianza hoy se la retira porque entiende que no quiere un control total y hegemónico”.
En tanto, Costas afirmó que el MAS afronta un costo político por haberse equivocado en invitar a candidatos ajenos al instrumento, que no aceptó que desplazaran a sus propios cuadros para poner a “prestados”. “Eso es un desgaste, no de la gestión, sino de la forma de hacer política”.
El Presidente convocó para hoy a un gabinete ampliado de ministros, viceministros y directores en el hotel Titicaca, camino a Copacabana, desde las 08.00, para evaluar los tres meses de gestión. No se descarta que también evalúe los resultados de las elecciones.
Los expertos dicen que el MAS recibió el domingo un “sopapo político”.
El rol del jefe de campaña masista
Los candidatos que fueron elegidos “a dedo”, la estrategia de campaña de descalificar al adversario, las denuncias contra el Cardenal y la intervención exagerada del presidente Evo Morales en actos proselitistas son, en criterio de dos analistas y un experto en marketing político, los errores por los que el Movimiento Al Socialismo (MAS) no obtuvo del electorado el resultado que esperaba en las urnas.
Carlos Cordero manifestó a La Prensa que el hecho de descalificar a los adversarios hizo que los oponentes se victimizaran y recibieran solidaridad a través del voto. “También considero que hubo un voto protesta por el tema de la implicancia del cardenal Julio Terrazas en el caso de los gastos reservados, pero además a ello se suma la soberbia con la que el Presidente se dirigió en algunos discursos”.
Entretanto, el experto en marketing político Reynaldo Cabezas explicó que “la imagen del Presidente definitivamente influye a la hora del voto, por lo que quisieron transferir esa popularidad al electorado, pero no tomaron en cuenta que no es lo mismo votar por Evo que por uno de sus candidatos”.
Cordero, no obstante, señala que la popularidad no se transfiere: “El Presidente y el MAS tienen un liderazgo propio y los candidatos del MAS parece que no dan la talla, porque además estas candidaturas fueron improvisadas, como es el caso de Cocarico”.
Para el analista Marcelo Varnoux, el hecho de elegir a los candidatos de sectores estratégicos “a dedo”, sin tomar en cuenta las sugerencias de sus propios sectores sociales, también le restó votos. “Ellos se quedaron como desanimados porque no se eligió a sus candidatos. De ahí viene el hecho de no apoyar y eso favorece, antes que a la oposición, al Movimiento Sin Miedo (MSM) en varias regiones”.
Por ejemplo, los masistas del Plan Tres Mil quedaron molestos cuando Morales anunció que el candidato a alcalde de Santa Cruz de la Sierra sería Roberto Fernández, un ex aliado de Jorge Tuto Quiroga, dejando a un lado al representante que este sector había escogido. El caso cruceño es apenas un botón de muestra de lo sucedido en decenas de municipios del país, como Achacachi, e incluso en las gobernaciones, como la de Beni, donde Morales designó a la modelo Jessica Jordan como candidata del MAS.
El oficialismo recibió un sopapo democrático de parte de la población
Es un sopapo democrático para el MAS que le vuelve a la realidad democrática, gana en los números, pero pierde en caudal electoral, esto ocurre cuando se confunde la realidad con la ficción, cuando se trata a un pueblo que tiene una madurez democrática como si tuviera una edad infantil.
Eso pasó en El Alto, como Evo tuvo el apoyo de 9 de cada 10 personas (en 2009), entonces razonó que con cualquier candidato iba a ganar y El Alto le demostró que no, que hay un rechazo a los candidatos nominados por Evo Morales. Además hay un rechazo de la sociedad hacia la soberbia del Presidente.
Las causas (de la disminución de su apoyo) son no haber leído bien la realidad, seguir utilizando el mismo discurso de cuando estaba confrontado con la derecha, haberse aliado o buscado candidatos que no representaban ni aglutinaban sentimientos de la sociedad, haber pasado la noción de la democracia y solamente convertirse en una maquinaria de ganar las elecciones y tener un pensamiento extremadamente andino que le aísla de una gran parte del territorio.
Son elementos que se deben tomar en cuenta y, seguramente, el Gobierno reflexionará al respecto. En resumen, yo creo que, si bien ha perdido el MAS, ha ganado la democracia porque ha habido un voto muy inteligente de la sociedad que le dijo: hasta ahí nomás, no queremos hegemonía, no queremos que controles las alcaldías y las gobernaciones totalmente.
El MAS pierde votación en lugares como El Alto, Oruro, incluso en Potosí, donde tiene la más alta votación, pero no gana en los lugares donde debería haber ganado, como Santa Cruz o Tarija.
Andrés Gómez / Periodista y abogado
Los resultados, para el oficialismo, significan una derrota política
ay que hacer dos lecturas que parecen ser contradictorias pero son complementarias. Si bien, en comparación con las elecciones municipales de 2004 y las departamentales de 2005, el MAS ha avanzado de manera significativa, en ese sentido (este resultado) es un triunfo; pero comparado con los resultados de 2008 y los dos del año pasado, el Sí a la Constitución y las elecciones del 6 de diciembre (de 2009), ha habido una baja absolutamente significativa.
Estamos hablando que de un 64 por ciento habría bajado a alrededor de 50 por ciento. Eso es una baja muy fuerte. En el caso de La Paz, de un 80 por ciento que obtuvo en diciembre, el MAS baja al 47 en el departamento con (César) Cocarico y es muy fuerte.
Entonces hay que verlo desde esos dos puntos de vista. Con 2004 es un triunfo, pero con 2009 es una derrota política. ¿Por qué la derrota? Tiene que ver muchísimo, uno, con la especie de confrontación que han utilizado los candidatos por descalificar al adversario antes de concentrarse en las propuestas y las soluciones y, dos, en una errada elección de candidatos, porque los candidatos fuertes que vienen del MAS, como es (Edmundo) Novillo en Cochabamba, han tenido una buena votación, pero Elizabeth Salguero en La Paz, Jessica Jordan en Beni y Carlos Cabrera en Tarija aparecen como que la decisión de haber incluido gente que no eran del proceso de cambio, ni del instrumento político ni del partido tiene un costo político; a la propia gente que apoya al MAS no le gusta.
Ximena Costas / Analista política

Anacronikus:
Como podemos notar, todos os grifos feitos por nós, encaixam-se como luva na quadrilha petista e o momento atual.
A América Latina está deixando de ser a latrina destes bandoleiros safados.
O Brasil, seguirá o exemplo.

 
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